Por Rosa Gómez Limia
25/11/2010 A la derecha Carmen Feteira, con Mª Xosé Rodríguez, Rosa Gómez Limia y Alvaro Ortiz
Carmen fue una mujer extraordinaria, de esas personas que una vez que las conoces un poco a fondo, permanecen para siempre en la memoria.
Pionera en el campo del feminismo gallego, fue fundadora de la Asociación de Mujeres Progresistas Alba de Santiago de Compostela, organismo que bajo su mandato mantuvo una actividad extraordinaria de la que se beneficiaron cientos de mujeres compostelanas.
En sus dependencias se formaron las primeras conductoras de autobús y se impartieron todo tipo de talleres para la obtención del certificado de estudios, para autoafirmación psicológica, lucha contra la discriminación por razón de género, etc. etc.
Durante un tiempo fue concejala de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Ames, donde se la recuerda por la multitud de iniciativas llevadas a cabo al objeto de la superación personal de las mujeres amienses
Carmen y la que esto escribe, hemos compartido en multitud de ocasiones nuestras inquietudes sociales y políticas, y a mi nunca dejó de sorprenderme y admirarme el coraje con el que se aplicaba a poner en práctica sus ideas innovadoras ciertamente valientes, para aquellos años ochenta en los que que hablar de feminismo casi resultaba una herejía social.
Estuvo por última vez en Teo en el año 2010 con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género. Vino y habló. Habló de lo que más ella gustaba y sabía, de igualdad, de la lucha contra la discriminación, del maltrato a las mujeres, del valor de la sororidad femenina….
Carmen ha muerto ayer tarde, y mi corazón se encoge de pena, llora su muerte inesperada a una edad ciertamente temprana, a mi, y a todos los que la conocimos, y sin duda, a Teenses Pola Igualdade, solo nos queda decirle: Adios Carmen Feteira, muchas gracias mujer, por haber vivido.
Muchas gracias Rosa, besos de sus hijos.
Para los que conocimos y quisimos a Carmen, ha sido una pérdida enorme y lo sentimos en lo mas profundo de nuestro corazón. Allí donde estés, Carmen, vuela alto, como lo hiciste aquí entre nosotros.
Qué pronto se nos ha ido Mari, como la llamamos en mi familia. Siempre recordaré su amabilidad, sensatez, tenacidad y valor ante las adversidades. Mi cariño y mi oración para ella y mis condolencias a su familia.